He pensado mucho en todas vosotras. Se que habéis estado pendientes de mi, me habéis mandado mensajes preguntando cómo estaba, incluso se que habéis preguntado a otros por mi. Lo he agradecido mucho, de verdad, pero no me sentía con fuerzas de dar señales de vida.
Por suerte las cosas han empezado a cambiar y he empezado a levantar cabeza. Sigo arrastrando alguna de las cosillas de este año, pero me siento mucho mejor, más alegre, con más ganas de hacer cosas y de seguir adelante. Me ha costado, y he necesitado mucha ayuda, pero por fin empiezo a ser yo misma de nuevo.
Como podréis comprender, no me apetecía escribir post tristes, sosos y deprimentes, que era lo que me salía antes. Aunque este post no sea especialmente alegre, se que los siguientes lo serán, y eso es lo más importante.
Hay algunas nuevas noticias, que iré compartiendo cuando sea el momento. También habrá muchas labores, nuevas y antiguas, porque he decidido que debo terminar (y estoy terminando) los proyectos que hace tiempo que tengo a medias para empezar desde cero.
Intento volver a ser yo, pero de muchas maneras soy una persona nueva. Espero que queráis seguir leyendo a la nueva-vieja yo igual que antes.
No voy a dejar la vuelta sin decir nada más, porque para la vuelta hay una noticia en especial. En febrero tomé una decisión que jamás pensé que tomaría, hasta yo me sentí sorprendida de hacerlo: me hice un tatuaje. Algo muy especial, que tiene que ver con una parte importante de mi vida, con personas importantes en mi vida y que cumplía todos los requisitos que alguna vez me planteé.
Espero que podáis ver que pone Knit / Purl, jejejeje.
Me encanta, cada vez que lo veo me gusta más. Es imperfecto, seguro, pero es precioso. Gracias a él, mi abuela, que me enseñó a tejer, estará siempre conmigo. También os llevo a vosotras en él, porque mi vida de tejedora no sería la misma sin este blog y sin que haya gente que lo lea.
Lo dicho, yo estoy de vuelta, y espero que me acompañéis.
